En busca del eslabón perdido

La irónica y tantas veces acertada serie «Futurama» desmonta en un par de minutos y con mucho humor todo el absurdo entramado del Creacionismo, reducto de la más antigua ignorancia a la que se aferran algunos de los miembros menos dotados intelectualmente de esta muchas veces más que supersticiosa especie de monos como poco pelo, pero con un ego más que desmedido.

¿Los humanos somos el centro del Universo? pues no, sólo somos unos simples monos con ropa

Desde que el ser humano es humano ha supuesto, con prácticamente ninguna prueba por cierto, que nuestra especie es el culmen de la creación y que todo en este casi infinito universo está ahí para nuestro uso y disfrute.

Una sorprendente visita al Museo del Creacionismo en Kentucky

Una instructiva visita de unos ateos estadounidenses al Museo del Creacionismo en Kentucky, en donde con una mezcla de incredulidad, asombro y horror hacen frente a la descarada y prepotente manipulación de la ciencia en manos de unos dementes, que han sido capaces de gastarse 27 millones de dólares en crear una megalómana farsa para continuar el adoctrinamiento y el lavado de cerebro de la juventud norteamericana.

Desmontando el «diseño inteligente» con un poco de humor

A veces para desmontar algunas estupideces sólo hace falta un poco de humor, como para destrozar esa absoluta idiotez del «diseño inteligente» promovido por algunas de las personas menos inteligentes de una especie muy poco sapiens.

El problema de la educación no está en los niños, sino en los adultos

Aunque la educación de las nuevas generaciones parece estar siempre en el foco de interés de la sociedad, la triste realidad es que poco se puede hacer si no se incluye el componente de los adultos, tanto en casa como en el colegio.

La Biología Evolutiva desmonta los «argumentos» religiosos

A lo largo de la Historia quizás no haya habido error humano más monumental que el consistente en atribuir la asombrosa diversidad de la vida a un acto consciente de una entidad supuestamente omnisciente y todopoderosa, cuando la Biología Evolutiva ha demostrado que toda esa casi infinita variedad de seres vivos ha sido el resultado de un largo proceso evolutivo implacable y totalmente carente de moral alguna.

Un triste ejemplo de cómo la religión destruye la capacidad intelectual incluso de los más brillantes científicos: el caso del premio Nobel Werner Arber

Existe un antiguo y persistente debate sobre si es posible que un buen científico sea a la vez un verdadero creyente, de esos que aceptan todos los dogmas de su respectiva fe. Y la respuesta es que haberlos, haylos (como reza el viejo dicho gallego) pero son muy pocos.

La Psiquiatría debería ayudar sin falta a los científicos religiosos

Quizás uno de los grandes enigmas en este hiperdesarrollado siglo XXI (al menos en las naciones más avanzadas) sea la existencia y la persistencia de personas inteligentes (y totalmente racionales en muchos aspectos de su vida) que siguen ancladas a los vetustos y disparatados cuentos irracionales que se narraban pastores de cabras analfabetos de hace siglos, cuando no milenios, para amenizar a la luz de la hoguera las largas noches invernales.

El Islam debe estar (por supuesto) por encima de la Ciencia

En el año 2011 un joven imán británico, educado en una universidad inglesa y miembro de la prestigiosa “Royal Astronomical Society” tuvo la osadía de leer en una mezquita londinense una disertación sobre Islam y la teoría de la evolución. Como la palabra del profeta afirma que Adán fue creado directamente por Alá, imagínense el revuelo que se formó entre la feligresía. Varios de los que allí estuvieron acusaron al imán de blasfemo y apóstata, «delito» que en muchas naciones islámicas puede conllevar el castigo de la pena capital. Como el caso ocurrió en Londres, rápidamente diversos fanáticos ofendidos con la prédica consiguieron que varios imanes de diferentes países musulmanes decretaran una fatwa pidiendo la ejecución (es decir el asesinato) del blasfemo apóstata, aunque las leyes británicas no consideran delito alguno. Finalmente el incauto imán se retractó del «horrible» pecado, pidió perdón y volvió al redil de la fanática verdad asegurando que por supuesto el Corán está y estará siempre por encima de la ciencia, por lo que volvió a creer en la costilla de Adán y otras verdades incuestionables de la tres religiones del libro.

La insalvable diferencia entre Ciencia y Religión explicada en tan sólo un minuto

A veces no se necesitan profundos estudios científicos ni elaborados experimentos sobre Psicología para que el común de los mortales pueda entender el gran muro que separa el conocimiento científico de la superstición religiosa.