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A más «medicina» alternativa menos vacunas


Aunque sus defensores argumentan (erróneamente) que las pseudomedicinas son seguras y beneficiosas la realidad es que, como nuestro cerebro de primate tiende siempre a elegir, una vez que alguien se convence de las bondades del chamanismo en cualquiera de sus variantes inevitablemente se tiende a abandonar la medicina científica, la única que en realidad salva vidas.

¿Qué factores influyen en las actitudes negativas hacia las vacunas? es la pregunta que se ha hecho un equipo multidisciplinar de investigadores franceses, sudafricanos, suizos y estadounidenses. Y para responder esta pregunta los científicos analizaron los factores asociados con las tasas de cobertura de diferentes vacunas entre la población francesa.

El primer resultado es que los jóvenes tienen actitudes más negativas a las vacunas que las personas más mayores:

Otro resultado interesante es que a mayor formación académica el respaldo a las vacunas aumenta:

Los investigadores también encontraron una alta correlación entre el estatus económico y la aceptación de las vacunas:

Dentro del espectro político, las personas más extremistas son menos partidarias de las vacunas:

Y finalmente, tal y como muestran las siguientes figuras, las personas que creen (porque en realidad esto es una forma religiosa más) en que las pseudomedicinas curan de verdad

y las utilizan más frecuentemente

tienden a desconfiar o rechazar más uno de los grandes logros de la medicina científica que ha salvado la vida de cientos de millones de vidas desde que Jenner inició la senda hasta prácticamente ayer mismo cuando el coronavirus puso entre las cuerdas a la civilización occidental.

P.D:

Un interesante video en donde un farmacéutico explica en tan sólo 7 segundos, y con mucha ironía, por qué existen los antivacunas

Entradas relacionadas:

  1. Eduardo Baldu
    6 junio, 2023 a las 16:00

    El gráfico que me resulta más interesante es el de “Afiliación política”, por las consecuencias que se pueden extraer de él. No es la primera vez que comento el tema, pero creo que resulta interesante.
    En primer lugar, debo cuestionar el concepto de “extrema izquierda”. Por la sencilla razón que hoy la “extrema izquierda” real, simplemente, está desaparecida. Para alguien como yo, prácticamente a un año de cumplir los 70, y que he frecuentado los entornos de los movimientos trotskistas, el calificativo de extrema izquierda que se da a algunos movimientos políticos actuales me suena a cuanto chino. Hecha esta salvedad, también tengo que decir que no me extraña en absoluto que en el entorno de la izquierda abunden los antivacunas (y los defensores de las mal llamadas “medicinas alternativas”). Por el contrario, quienes son fieles a la metodología marxista, difícilmente caen en tales arbitrariedades. El problema es que existe una izquierda (No sé si la más numérica, pero si la que más chilla), heredera del posmodernismo y del posestructuralismo, que, en la práctica, se están convirtiendo en aliados inconscientes de la derecha. Y así nos va.

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  2. 6 junio, 2023 a las 19:51

    Imagino que lo que los franceses de este estudio llaman «extrema izquierda» será la «Francia Insumisa» de Mèlenchon:

    https://es.wikipedia.org/wiki/Francia_Insumisa

    Porque mirando en el programa de este partido hay muchas medidas de «extrema izquierda» como:

    * Una VI República con elecciones proporcionales
    * Eliminación de la neoliberal «reforma» laboral de Valls
    * La revisión de los tratados de la Unión Europea, incluyendo cambios en la política monetaria, en la política agrícola común y en la política ambiental en favor de la ciudadanía
    * La puesta en marcha de un plan de transición energética
    * El establecimiento de una regla verde
    * El derecho de revocación de elegido por referéndum
    * La protección de los bienes comunes como el aire, el agua, la comida, la vida, la salud, la energía o la moneda
    * La separación de los bancos de inversión y bancos minoristas
    * El establecimiento de un salario mínimo mensual de 1.326 euros netos por 35 horas semanales
    *El rechazo de los tratados de libre-intercambio con países del Tercer Mundo que extorsionan tanto a los trabajadores de uno como del otro lado.

    En fin, medidas todas ellas de «extrema izquierda» como es bien sabido para cualquier neoliberal de prestigio, porque así funciona el lavado de cerebro al que hemos sido sometidos en cualquier «democracia avanzada» en donde cualquier medida que quiera beneficiar a la mayoría de la ciudadanía se considera izquierdista cuando no directamente terrorista.

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  3. Eduardo Baldu
    7 junio, 2023 a las 0:29

    Supongo que sí, Ateo, pero comprenderás que para alguien que vivió un periodo donde la extrema izquierda buscaba derribar el capitalismo e instaurar un modelo plenamente socialista (No gestionar el capitalismo), lo que actualmente se presenta como extrema izquierda me resulta más bien risible.
    Aquí han llegado a calificar a Podemos como de extrema izquierda, y como mucho llegan a socialdemócratas. El PSOE ni eso. Si ha tenido ministros, en distintos gobiernos, que bien podrían haber estado en el PP. El problema es que, con el tiempo, la derecha española ha ido escorando cada vez más a la derecha, y cualquier cosa que no sea pura derecha, ya suena a izquierdas. Y si le unimos el analfabetismo político imperante (Y no solo político) y a la poca memoria que suele tener la gente, las interpretaciones falaces están servidas.

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  4. Pol
    12 junio, 2023 a las 5:07

    Puede ser que los medicos no enfermen tanto como la gente promedio por tener de alguna manera su mapa microbiano mas «grande» de tanto compartir aire/fluidos con sus pacientes? algo asi como seria el chico que despues de las vacaciones vuelve a tener contacto con gente en interiores y pilla lo que sea, siendo al reves el ejemplo

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  5. Eduardo Baldu
    14 junio, 2023 a las 9:59

    Pol, no sé de donde sacas que la incidencia de enfermedades infecciosas es menor en el personal sanitario. En realidad, buscando información al respecto, lo que encuentro es que la tasa de infecciones entre dicho personal, como era de esperar, es superior, y eso pese a las precauciones que se observan. De hecho, constato que la probabilidad de contagio, para el personal sanitario, es, en algunos casos, notablemente más alta, como en el del sarampión (13 veces superior al de la población general).
    En el artículo que he leído, no se hace referencia a la Covid, algo lógico ya que dicho artículo es de 2014. Pero creo que todos somos conscientes (O deberíamos serlo) que el mencionado colectivo padeció, en un grado mayor, las consecuencias de la pandemia.
    Los datos sobre los que me baso figuran en un artículo publicado por la editorial “Elsevier”, baj el título de “Enfermedades infecciosas y Microbiología Clínica”.

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  1. 19 junio, 2023 a las 9:47

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