Acoso, insultos y amenazas de muerte a los meteorólogos

Una de las principales características de esta desgraciada época de «fake news», posverdad,  manipulación y negacionismo rampante es que aquellos imbéciles analfabetos científicos que anteriormente se ocultaban por vergüenza ahora no sólo pregonan a los cuatro vientos (sobre todo cibernéticos) su manifiesta estulticia sino que además de presumir de su insensatez se dedican a acosar, insultar y hasta amenazar a racionalistas en general y a científicos en particular porque no pueden digerir la realidad.

Y así, una profesión «tranquila» como era la de los meteorólogos dedicados en principio a un tema casi anodino hasta hace poco como era la previsión del tiempo, con la llegada del aplastante escenario de un cambio climático cada vez más omnipresente y que en un país como España está comenzando a trastocar no solo la ecología, sino también la propia economía agropecuaria de una nación hasta ahora gran exportadora de alimentos, se ha pasado de las típicas conversaciones de barra de bar, en donde el típico «cuñado» hispano desplegaba todo su inagotable y proverbial analfabetismo científico a una ofensiva cada vez más peligrosa en donde el acoso, los insultos y las amenazas (incluso de muerte) se han convertido en una terrible cotidianeidad para los profesionales de la Agencia Estatal de Meteorología que por redes sociales, correos electrónicos e incluso mediante llamadas telefónicas reciben todo tipo de mensajes insultantes como:

«Sois unos asesinos, estáis matando a mis hijos, lo vais a pagar»; «Manipulación climática generada por el ser humano para provocar sequía como uno de los objetivos de la agenda 2030 satánica»; “manipuladores”; “Os estamos vigilando”; “asesinos”; “criminales”; “miserables”; “sicarios de la información al servicio del mal” o “lo pagaréis”

De tal manera que la portavoz de la mencionada agencia científica indica que este cada vez mayor acoso está afectando a unos profesionales que únicamente informan de una climatología cada vez más adversa, algo que también es habitual en sus colegas de otras naciones.

Y este comportamiento ignorante, provocador y ofensivo es muy similar al que se desarrolló por parte de los antivacunas durante la pandemia y desgraciadamente empieza a ser algo habitual con cualquier tema de naturaleza científica que contradiga a una ideología reaccionaria cada vez más poderosa y a la que si no se pone coto puede hacer que acabemos retrotrayéndonos a ese oscuro Medievo del que tanto (y tanta sangre) nos costó salir.

P.D:

Pero no hay que extrañarse porque como dijo nuestra presidenta autonómica madrileña eso del cambio climático es básicamente «comunismo» y punto.

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