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¡Acabáramos, la pandemia coronaviral es de origen extraterrestre! Y no lo dice un magufo, sino todo un prestigioso astrofísico


Ya a nadie le asombra que el analfabeto científico de turno, sea éste un simple mortal o incluso un endiosado personaje público de la farándula, la economía o la política, siente cátedra sobre cualquier tema científico contradiciendo a los expertos investigadores del campo o incluso contraviniendo todas las leyes de la Ciencia conocidas y por conocer. Pero que científicos de renombre mundial publiquen en círculos académicos absurdas “teorías extraterrestres” sobrepasa todos los límites de la decencia intelectual.

Chadra Wickramasinghe es un reputado astrofísico con docenas de sólidos artículos científicos que junto con el también prestigioso Fred Hoyle  fueron hace algunas décadas los últimos defensores de la hipótesis de la panspermia interestelar, es decir la capacidad de la vida de transportarse a través del espacio-tiempo cabalgando sobre el polvo interestelar y errantes cometas o meteoritos. Premisa que ya fue defendida a finales del siglo XIX por el biólogo alemán Hermann Richter y a principios del XX por el químico y Premio Nobel sueco Svante August Arrhenius. Pero, hay que recordar que después de cerca de 150 años tras su presentación en círculos académicos esta hipótesis no ha encontrado ningún sustento experimental, quedando casi como poco más que un divertimento intelectual para los descansos en los congresos cientificos.

Pues bien, dentro de este contexto, en 2003 Wickramasinghe envió una carta a la prestigiosa revista médica “The Lancet”, en la que partiendo de la detección de microorganismos en capas altas de la atmósfera terrestre daba un salto mortal de doble tirabuzón en su querida panspermia y llegaba a plantear que desde la plaga de Justiniano, pasando por la gripe española y la en ese momento reciente epidemia de SARS (ahora clasificada como 1) muchas si no todas las epidemias sufridas por la Humanidad podían ser explicadas por un origen extraterrestre por la llegada de esos patógenos desde el espacio exterior. Y nuestro astrofísico se quedó tan pancho y los editores de Lancet acabaron abriendo la caja de Pandora.

Así, ahora con la reciente aparición del coronavirus primo hermano del SARS-1, Wickramasinghe ha sacado toda su artillería teórica y acaba de publicar un estudio en “Advances in Genetics” (que por cierto de estudio avanzado tiene menos que nada) en el que plantea que

dos enfermedades enigmáticas

como son este nuevo virus y las infecciones por el hongo Candida auris

tienen sentido bajo el modelo de entrada de la Panspermia

Pero lo increíble del caso, es que lejos de presentar algún experimento más que contundente al hilo de la máxima científica del filósofo David Hume (que luego popularizó Carl Sagan) de que afirmaciones extraordinarias requieren de pruebas extraordinarias, nuestro prestigioso científico ha hecho un artículo-collage con fotos de meteoritos cayendo en China, diagramas de la expansión de la COVID-19 extraídos de la web de Universidad Johns Hopkins o de la OMS y mucha, mucha palabrería que bien pudiera ser uno de esos “estudios” que tanto proliferan por webs magufas diseñado por un adolescente con tiempo y mucha imaginación.

Ahora solo falta saber la reacción de Donald Trump ante la nueva información de que la culpa de la pandemia no sea de los chinos, sino de los extraterrestres. Lo mismo manda a la Fuerza Espacial norteamericana a invadir Marte, Plutón o Andrómeda.

Y ya para terminar, lo que tendría que explicar Wickramasinghe muy claramente, y sobre todo apoyarlo con impecables experimentos, es cómo un microorganismo en animación suspendida, sea este un virus, una bacteria, un tardígrado (esos “simpáticos” bichejos que parecen ser resistentes a casi todo) o lo que sea puede mantenerse intacto y sobrevivir de alguna manera a un viaje espacial de miles y miles de años simplemente para venir desde Alfa Centauri, no ya digamos desde ese perdido confín de la galaxia en el que pueda haber estado nuestro hipotético planeta “inseminador”.

Y todo eso por supuesto sin contar con que menuda chamba evolutiva se ha tenido que dar para que después de 4.000 millones de años de la llegada de la primera bacteria extraterrestre, de la cual todos derivamos, ahora llega un virus perfectamente adaptado a los humanos que además es primo hermano de los que llevan conviviendo con los murciélagos varios millones de años. Como diría el racionalista de mi tio abuelo de mis lejanos orígenes castellaños ¡Anda, bolo!

  1. Far Voyager
    20 agosto, 2020 a las 22:11

    No sé dónde decía Isaac Asimov que las posibilidades de que un microorganismo de Andrómeda o dónde fuera estuviera adaptado a nosotros era menor que la de sacar un millón de veces un seis doble con dos dados no trucados.

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  2. FRANCISCO
    20 agosto, 2020 a las 22:21

    No sé porqué te ríes de Trump. Esto se supone que es una web científica, que busca ser objetiva y no reírse de políticos que piensen distinto al articulista. Acabáis de perder a un lector.

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  3. 21 agosto, 2020 a las 0:06

    Francisco, parafraseando al célebre Forrest Gump “tonto es quien dice tonterías”. Y por desgracia no solo para su propio país, sino también para el resto del mundo por el inmenso poder que tienen los EEUU, Trump ha demostrado ser además de un ignorante científico un prepotente negacionista que ha puesto en riesgo la vida de millones de personas, tanto por sus nefastas políticas anti-sanitarias que chocan frontalmente con todas las recomendaciones de los expertos mundiales en pandemias (empezando por su propio asesor científico, el santo Fauci que sólo por soportar estoicamente los brutales sinsentidos de este millonario cateto sin abofetearle públicamente merece un monumento al lado de Lincoln) como por sus nefastos tuits defendiendo todo tipo de supercherías pseudomédicas. Y estos son datos objetivos e irrefutables y no opiniones personales de este articulista.

    Así que si tú eres uno de sus descerebrados defensores poco te puedo decir, salvo que mi antipatía por Trump está basada, como he dicho antes, en hechos objetivos (en sus propios hechos para ser más exactos) y si tú no eres capaz de comprender lo peligrosamente anticientífico que es este egomaniaco personajillo pues poco queda por decir de tus (escasos) recursos intelectuales. Y adiós muy buenas, que en ciencia no estamos para dorar la píldora a nadie, ni para ser políticamente correctos con individuos cuyo nivel intelectual está muy próximo (o quizás incluso por debajo) de nuestros primos primates por mucho que tengan el botón nuclear a su disposición. Y como en CyD no nos tenemos que plegar a ningún tipo de intereses, nos podemos permitir el lujo de perder lectores con tan pocas miras intelectuales como parece ser que tienes tú.

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  4. 21 agosto, 2020 a las 0:19

    Far, es por eso que comentaba yo al final de mi artículo el sinsentido que toda una preclara mente científica sea incapaz de comprender el absurdo de pensar que un virus que haya tardado eones en llegar a la Tierra pueda ser capaz de infectar a una especie que no existía ni remotamente cuando comenzó su larga singladura sideral. Pero a veces tener un par de doctorados, ser catedrático

    http://lacienciaysusdemonios.com/2019/01/29/magufada-made-in-spain-camas-que-protegen-de-la-radiacion-electromagnetica-cientificamente-avaladas-por-la-universidad-espanola/

    o incluso candidatos al premio nobel como he indicado algunas veces

    https://lacienciaysusdemonios.com/2017/06/22/el-desproposito-intelectual-de-los-biologos-evolucionistas-religiosos/

    no es sinónimo de racionalismo.

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  5. Alberto Colomo
    23 agosto, 2020 a las 0:11

    ¿Chochea o se ha vendido a los magufos?

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  6. 23 agosto, 2020 a las 7:34

    Chandra es el típico ejemplo de que la inteligencia no es un todo compacto, sino que ha ido evolucionando a lo largo del tiempo incorporando diferentes módulos de pensamiento. Y un individuo puede tener dos o cinco módulos sobresalientes y luego tener otros marcadamente deficientes. Y según cual sea el problema destacar con una genialidad o fallar estrepitosamente.

    Una analogía de ello sería el protagonista de «Rain Man», ese genial Raymond Babbitt que por una parte es capaz de calcular con toda exactitud el número de palillos o bolas que hay en un frasco, pero que sin embargo luego es incapaz de saber hacer la regla matemática más simple.

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  7. azathoz
    23 agosto, 2020 a las 11:27

    @FRANCISCO pues adiós. Trump es un paleto ignorante que encima tenemos la desgracia de que dirige la primera potencia del planeta. No se trata de que piense diferente del autor del artículo, como si pudiera llevar algo de razón, se trata de que no tiene ni idea de lo que habla y es un negacionista de hechos científicos probados, como el cambio climático. Si eres seguidor de Trump no sé que hacías leyendo un blog como éste.

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  8. 25 agosto, 2020 a las 13:50

    El Ministerio de Sanidad ha hecho públicos los datos recopilados en el estudio COSMO-Spain sobre la percepción del covid-19 en la sociedad española. De él se desprenden datos como que el 70% de los ciudadanos se vacunaría contra el coronavirus, por los que el 30% restante no lo haría o no tiene clara su decisión.

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  9. 4 octubre, 2020 a las 12:36

    Acaban de publicar la «prueba definitiva» de que los marcianos además de religiosos, eran cristianos ¡ahí es nada! https://diario-de-un-ateo.blogspot.com/2020/10/los-marcianos-eran-cristianos.html

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