De Eurovegas a EuroNASA

Enviado especial de LCyD en Alcorcón

No todo en el año 2013 iba a ser malas noticias. Si bien es cierto que finalmente Adelson renunció a su megaproyecto del juego en Alcorcón, otra gran empresa, ligada a la industria aeroespacial ha puesto sus ojos en estos despreciados terrenos. La NASA, sabedora del compromiso que mantiene España con la Investigación y el Desarrollo, especialmente en la Comunidad de Madrid, ha decidido instalar toda su logística para los futuros viajes a Marte en Alcorcón.

La NASA, conocedora del gran momento que vive la ciencia española, y después de comparar competitivamente nuestro engranaje de I+D, se desestimaron lugares de tecnología menos desarrollada como Inglaterra, Francia o Alemania, para finalmente apostar por España. El ingeniero Mike Screw afirmó “contemplamos ofertas como las de Finlandia o Suecia, pero uno que es de Montana ya está hasta el gorro de frio”. El gobierno español, con el beneplácito de la Comunidad de Madrid, piensa vender los terrenos que en su día parecían ser para Adelson, al gigante espacial estadounidense con una rentabilidad prevista del 5400%. El responsable municipal “José Especulo” afirmó “no estamos del todo contentos, tenías que haber visto lo que se levantó mi “cuñao” el mes pasado, pero dado que este secarral iba a quedar para pastar cabras, bienvenido sea”. A la pregunta de nuestro corresponsal sobre qué cantidad iba a invertir el gobierno español, todo fueron miradas hacia otro lado.

Al igual que Adelson la NASA también viene con su pliego de condiciones que pasamos a resumir:

No se podrá fumar en todo el territorio municipal de Alcorcón. Quien quiera hacerlo deberá ir hasta las vecinas Móstoles o Leganés. El médico de la NASA Tom Syringe razonó el motivo: “es difícil de explicar la razón de una forma sencilla, tiene que ver con la teoría del caos, si Adelson deja fumar en sus casinos genera un campo pulsante planetario que ha de ser compensado con un déficit en otro lugar del planeta, sino fuese así habría peligro de implosión”.

Los vecinos de Alcorcón deberán apagar las luces a las 9 de la noche. Será como vivir junto a un observatorio astronómico. Los responsables aseguran que necesitan que no haya contaminación lumínica para la correcta observación de los astros, “pediremos que se apagan las luces de las farolas, que se limite la circulación y que los hogares apaguen las luces en cuanto se ponga el sol”, argumenta Johnny Candles. De todas formas tendremos que aumentar la seguridad, “con esa oscuridad nos van a dejar sin cobre, aunque nuestra mayor amenaza serán los coches aparcados en las cunetas con parejas en su interior, con lo de la crisis los hotelitos están imposibles”.

Mariano Rajoy, Barack Obama e Ignacio Gonzalez, el pasado noviembre en Madrid, cuando se iniciaron las conversaciones para la ya denominada popularmente «EuroNASA»

Se ofrecerán puestos de trabajo a personal local La NASA está muy interesada en contratar población local para desarrollar su proyecto. Habrá tres niveles de contratación. En primer lugar se contratará personal encargado de levantar las edificaciones y vallar el recinto con unas buenas concertinas. Gracias a la reforma laboral no será necesario importar trabajadores, en la actualidad cualquier lugareño tendrá peores condiciones laborales que un habitante de Chengdú. En segundo lugar se necesitará personal de servicios: transporte, cafetería, etc. Un requisito indispensable será una ampliación en la base del “bar Manolo” de Alcorcón. Woodrow Guzzler lo deja bien claro: “esos bocatas de calamares son combustible para el cerebro”. Y por último vendrán los ingenieros y científicos. Las referencias con las que cuenta la NASA acerca de los científicos españoles son inmejorables, pero parece que ahora la mayoría de ellos están en Alemania o embarcando en Barajas para algún destino lejano. Se espera que ese contratiempo se pueda mejorar en esta década, aunque los responsables políticos vuelven a mirar hacia otro lado cuando se les pregunta acerca de ello.

Coste del proyecto. Los directivos de la NASA aprenden rápido los métodos españoles de hacer cuentas; se han puesto las pilas y han creado dos sistemas para que los costes computen dentro de unos años, cuando la gente piense que la crisis es cosa del pasado. En primer lugar se realizarán tres recalificaciones desde que empiecen a montarse las instalaciones hasta que se abandonen tras el lanzamiento a Marte (y todo vuelva a ser el páramo que es en la actualidad). Un 70% de los beneficios servirán para pagar la construcción y el otro 30% irá a los concejales de urbanismo correspondientes. Además se lanzará un plan de vivienda barata en Marte, con estupendas vistas sobre la Tierra. Flint Sinker describe el proyecto: “el terreno es muy barato y sólo algo más seco que en Seseña, los niños tendrán mucho lugar donde correr, una oportunidad única para empezar desde cero”. Los interesados deberán abonar la mitad del dinero a la entrega de plano, ese dinero irá sin ningún contratiempo hasta un paraíso fiscal. Se espera que el promotor viaje en la nave a Marte (o eso dice), evitando así que se trate de enjuiciar a alguien.

Participación de políticos en el acto de inauguración. Este es un tema espinoso que echó para atrás ofertas de países como China o Surinam: algunos políticos de primera línea deberán acudir al lanzamiento de la nave y uno de ellos tendrá que hacer todo el viaje con los astronautas. Los partidos políticos están planteando primarias para ver a quien se quitan de en medio, quiero decir mandan, mientras que los habitantes de Alcorcón realizan manifestaciones exigiendo ser ellos lo que elijan al agraciado viajero.

Los sindicatos ven en todo este asunto una estrategia del gobierno para ampliar la reforma laboral y sacar provecho de los terrenos de Alcorcón a bajo coste, donde en un futuro se pegará un pelotazo financiero. Todo esto les suena a un nuevo camelo como el de Las Vegas Sands o el de las carrera olímpica; relumbrón para los prebostes y un alto coste al erario público.

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