Las pulseras Power Balance: historia de un fraude largamente anunciado

El fenómeno Power Balance ha sorprendido a propios y extraños. A propios, porque tras más de 300.000 unidades vendidas por encima de los 30€, difícilmente podían pensar sus promotores que el reinvento de las pulseras magnéticas volviera a dar tantísimo dinero. Y a extraños, porque medios de comunicación masiva, blogs y conversaciones de bar, han tratado hasta la saciedad el aparatito, fuera positiva o negativamente.
La Ciencia y sus Demonios fue uno de los primeros medios que denunció la carente base científica de las supuestas pulseras maravillosas, en un artículo que sumó más de 1.000 comentarios y 250.000 visitas : «Las pulseras «Power-Balance», otro caso de charlatanería pseudocientífica«. De hecho, nos vimos obligados a trasladar la discusión a dos nuevas entradas («¡Pues a mí me funciona! I!» y II ) que sumaron cerca de 750 comentarios y 35.000 visitas más.

Esto nos supuso tres meses de contínuos comentarios y mensajes al correo electrónico del blog por parte de decenas de magufos, vendedores y representantes que protagonizaron episodios más que curiosos, desde ofrecimientos para hacernos demostraciones a domicilio hasta amenazas de denuncias, pasando por todo tipo de insultos y ruegos para que cesáramos en nuestro empeño de lo que denominaban «descreditar sus fabulosas y probadas pulseras».

Aún así, continuamos denunciando lo que carece de toda credibilidad y base empírica, y en otro artículo comprobamos el enfoque comercial de las campañas Power Balance, constatando que las visitas a estos artículos aumentaban en los días festivos con tradición de regalos.

La difusión fue considerable, llegando rápidamente a portada de meneame.net, siendo citados en numerosos medios (blogs, prensa escrita, etc.) e incluso siendo invitados a participar en programas de radio. Incluso durante unos días, La Ciencia y sus Demonios aparecía entre los primeros resultados de Google bajo la búsqueda del término «Power Balance».

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La respuesta

La respuesta escéptica se multiplicó por numerosos medios, de tal manera que las páginas de vendedores alternaban con las de críticos en las búsquedas por Internet. De igual modo, los medios tradicionales fueron mostrando las críticas e incongruencias y comenzaron a llegar las advertencias de posible fraude por parte del Ministerio de Sanidad y la OCU, así como numerosas manifestaciones de médicos, físicos y otros profesionales advirtiendo de la total falsedad de las supuestas bases de funcionamiento de las pulseras y dudando, por lo tanto, de su funcionamiento, incluso en los medios deportivos. Diversas pruebas demostraron los trucos empleados en las demostraciones comerciales, y varios test con voluntarios arrojaron el mismo resultado: no se detectaron efectos apreciables.

Un buen indicador de que algo comienza a resultar dudoso es el que se aborda rápidamente en clave de humor, y así comenzaron a aparecer viñetas sobre las cualidades mágicas de la pulserita en numerosos blogs:

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La denuncia

El capítulo final, lo ha marcado la ONG FACUA-Consumidores en acción, que ha interpuesto una denuncia a la empresa Power Balance España por atribuir propiedades seudomilagrosas a sus pulseras y otros productos como colgantes, tarjetas plásticas y pegatinas. Las denuncias han sido dirigidas a la Dirección General de Salud Pública y Sanidad Exterior del Ministerio de Sanidad y Política Social y la Secretaría General de Salud Pública de la Junta de Andalucía (la empresa tiene su sede comercial en Marbella).

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¿Y ahora qué?

La pregunta que se nos queda en el aire es ¿cuanto tendremos que esperar a que otras fantasías comerciales como vitaljoya, la terapia fotónica, las exouniversidades o el par biomagnético sean igualmente cuestionadas por los organismos competentes?. Aunque sin duda, el caso de Power Balance no es el único que nos anima. Hace pocos días la UNED descartaba una charla sobre «Terapias para la Reconciliación Cuántica» tras recibir varias advertencias sobre los personajes que la impartían por parte de colaboradores de este blog.

Quizá los ejemplos de Power Balance y la UNED sean sendos indicadores de que las cosas están cambiando y a los vendedores de humo les resulta cada vez más difícil campar a sus anchas, de igual forma que apoya nuestra creencia en que la denuncia del fraude y la pseudociencia, sea por el medio que sea, puede dar frutos insospechados. Al menos así queremos creerlo, y nuestra intención es seguir dudando, segúir siendo escépticos y seguir criticando todo aquello que apela más a nuestros temores y supersticiones que a nuestra razón.

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Actualización: Lunes 17 Mayo 2010. Por Cnidus.

Gracias a Putoloco nos enteramos de un nuevo golpe al timo de Power Balance. Esta vez el periódico de tirada nacional El País nos desvela entre sus páginas que:

Según un estudio elaborado en la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad Politécnica de Madrid con 79 voluntarios, las pulseras Power Balance no tienen efecto alguno sobre nuestro equilibrio.

«Los resultados obtenidos nos llevan a concluir que las pulseras Power Balance no presentan ningún efecto sobre el equilibrio no habiéndose observado, tampoco, efecto placebo», dice el director del estudio, Jesús Javier Rojo, médico y profesor de Salud y rendimiento humano.

Fuente: El País

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Es curioso. Porque apenas unos días antes podía verse el fenómeno contrario en el periódico de tirada murciana La Verdad. Este periódico regalaba entre sus páginas, al módico precio de 15,95 €, las dichosas pulseritas (ver aquí). Cuando paradójicamente, en el mismo periódico apenas unos días antes ya publicaba la naturaleza fraudulenta de tales pulseras entre sus mismas páginas. Enterado de la historia gracias al blog «La Aldea Irreductible» de Javi Peláez.

El cuento de nunca acabar. Mucho puede explicarse que su base es mero engaño. Mucho puede denunciarse que es un timo. Muchos estudios pueden publicarse. El que quiere creer, creerá. Tal y como nos lo explica el genial Andrés Diplotti.

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