Del Holoceno al Antropoceno el desastre está asegurado


Es cada vez más evidente que las condiciones que permitieron a los humanos dar el salto cultural hacia las sociedades complejas durante la era geológica del Holoceno se están modificando a velocidades cada vez mayores durante el actual Antropoceno, en donde el ser humano está alterando y destruyendo a escala global todos esos procesos naturales del planeta que nos han traído hasta este hipertecnológico y desarrollado siglo XXI y que según apuntan todos los datos puede llevarnos incluso a la extinción.

Y aunque los expertos en diferentes campos no tienen todavía una respuesta definitiva hay un serio candidato a ser el responsable de ese éxito social que nos permitió sobrepasar el nivel de pequeñas bandas de cazadores-recolectores que ha sido abrumadoramente dominante en nuestra historia evolutiva hasta ayer mismo contabilizado en la escala evolutiva: el sorprendentemente estable clima de la Tierra durante este último periodo geológico.

Aunque el homo sapiens ha estado presente en la Tierra aproximadamente durante los últimos 200 o incluso 250.000 años, la civilización humana tal y la conocemos se ha desarrollado por completo en el breve lapso de tiempo evolutivo que comprende únicamente los últimos 10.000 años, durante el periodo que los geólogos han bautizado como el Holoceno. Y la gran pregunta que surge sobre este tema es por qué nuestros lejanos antepasados que eran unos humanos tan avispados, inquietos e inteligentes como nosotros tardaron la friolera de cerca de un cuarto de millón de años en descubrir que podían domesticar plantas y animales, puesto que la agricultura y la ganadería fueron los principales elementos que permitieron el asentamiento estable de grupos de humanos cada vez más numerosos en el mismo territorio, para formar primero aldeas y luego ciudades lo que a larga produjo el explosivo desarrollo socio-económico, cultural y tecnológico que ha conducido a las modernas sociedades desarrolladas.

Y como se indica en el siguiente video, extraído del interesante documental «Los límites de nuestro planeta«, el desplazarse un par de grados centígrados de ese increíblemente estable clima del Holoceno que nos ha permitido llegar hasta aquí puede ser a no muy largo plazo suicida para esta humanidad que es evidente que le viene demasiado grande el apelativo que tan pomposamente nos hemos puesto.

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  1. Eduardo Baldu
    21 diciembre, 2023 a las 11:27

    En realidad, pienso que ya hemos iniciado el proceso de desestabilización, y las evidencias son claras cuando analizamos las incidencias climáticas que, año a año, cada vez son más y más importantes. Dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver, y eso es precisamente lo que está pasando en nuestra actual sociedad. Nuestro principal problema es que quienes asumen el poder político, llegan al mismo en un proceso de selección inversa: No llegan los más preparados, ni los más ecuánimes, llegan los más ambiciosos (por regla general y con las consiguientes excepciones, por supuesto). Lo que mueve a la gente a destacar en la sociedad, sea en política, sea en el mundo económico, es la ambición (Eso que algunos llaman “la sana ambición”, aunque mires por donde mires lo de “sana” no lo veo por ningún lado). Por tanto, existe un permanente cortoplacismo que condiciona sus actuaciones: Lo único que importa son los resultados a corto plazo, y para unos intereses muy específicos, y nunca generales.
    Todo eso hace que las consecuencias a medio y largo plazo, y especialmente las de carácter general, no merezcan consideración alguna.
    Recientemente he leído algunas referencias relativas a una tendencia cada vez más extendida entre los sectores más ricos de la sociedad: la construcción de refugios subterráneos donde protegerse llegado el caso, o la versión aérea que consiste en desarrollar ciudades específicamente dedicadas a tales clases sociales (A las que el resto de los mortales, evidentemente, no tendríamos acceso). Los planteamientos son simplemente ridículos e irracionales: ¿Quién les proporcionará los recursos necesarios para mantener activos tales refugios? (Porque alguien tendrá que producir alimentos, energía y el inmenso montón de materias y productos elaborados que su elitista sociedad necesitará). Es evidente que, para salvaguardarse de las masas (Que acuciadas por las necesidades derivadas del desmoronamiento de la sociedad que conocemos, no van a tener la más mínima conmiseración con tales privilegiados), necesitarán dotarse de unos cuerpos de seguridad armada (Vamos, mercenarios) que les protejan. Pero ¿Qué va a impedir que esos ejércitos particulares decidan hacerse con el poder y quedarse con todos los recursos para su propio disfrute? ¿Qué impedirá que fenómenos extremos destruyan esos refugios (o ciudades exclusivas), cuando tales fenómenos aumenten su frecuencia y su potencia?
    Son muchos los condicionantes negativos para que semejante solución sea real, y no un mero cuento fantástico, lo que demuestra que ser un triunfador en esta sociedad, no significa tener dos dedos de inteligencia, y que la ambición y el egoísmo son los motores, totalmente ciegos a la realidad, que mueven a las clases más poderosas.
    El resto de los humanos que conforman la actual humanidad, son, en su mayoría, apáticos y despreocupados. Solo una minoría de muestra su preocupación por el futuro que nos aguarda. Solo esto explica que pese a los constantes avisos de los científicos, pese a las cada vez más claras evidencias, la mayoría de la gente se muestra indiferente (cuando no contraria) a los planteamientos que nos advierten de los inminentes peligros, y siguen apoyando las opciones políticas más suicidas y estúpidas de las existentes. Y es que la ignorancia es muy atrevida, y la mayoría de los políticos son analfabetos científicos (cuando no lo son también en otras materias), y sus votantes comparten tal ignorancia.

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  2. Anónimo
    22 diciembre, 2023 a las 15:19

    muy bien planteado y documentado

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