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Esa magnífica chapucera

22 julio, 2010

La naturaleza es una magnífica chapucera, no un divino artífice.
Françoise Jacob

Los antiguos románticos sentían una admiración especial por la naturaleza, a la que veneraban como expresión de lo auténticamente puro y genuino. Uno de los más importantes precursores de este movimiento, Jean Jaques Rousseau escribía que la naturaleza ha hecho al hombre feliz y bueno, pero la sociedad lo deprava y lo hace miserable.

No obstante, esta concepción no es exclusiva de la Europa romántica ni de los ideales libertarios. Muy al contrario, la idealización de la naturaleza como  símbolo de perfección y equilibrio es común a muchas culturas. Idolatrada de forma directa o admirada como expresión de un creador omnipotente, las distintas religiones también suelen mostrarla como paradigma de la belleza y reflejo del perfecto orden sobrenatural que nos gobierna.

Dos mil años antes y a ocho mil kilómetros de distancia, el gran filósofo chino Confucio se expresaba de forma similar a Rousseau, cuando afirmaba que La naturaleza hace que los hombres nos parezcamos unos a otros y nos juntemos; la educación hace que seamos diferentes y que nos alejemos.

El materialismo de nuestros días no ha impedido que estas concepciones filosóficas sigan estando totalmente vigentes. De forma similar a como ha sucedido a lo largo de la historia, la naturaleza es admirada por apasionados creyentes que ven en ella la obra maestra de su creador, mientras se convierte en objetivo, medio y modo por parte de movimientos alternativos en torno al new-age.

La perfección del ser humano

Una lógica extensión de estas creencias es la concepción del ser humano como cúlmen de la naturaleza y poco menos que símbolo de la perfección. Bien por ser obra del creador, bien por ser un fruto natural, religiosos y neorrománticos coinciden en considerar al hombre como un organismo perfectamente construido y bueno en esencia, si bien ha sido corrompido posteriormente por el diablo o por la antinatural civilización (occidental, of course).

Así pues, el paraíso perdido y mundo ideal para estos movimientos consiste en la vuelta a la naturaleza en armonía y equilibrio con plantas, animales y bacterias. Las enfermedades, fruto del pecado o de la insidia industrial, desaparecerán por completo y entraremos en verdadera sintonía con el cosmos en un futuro de paz y amor naturalizados.

¿Bambi o King Kong?

Impresionante ejemplar de Rafflesia arnoldii. Crédito: Tymask.ono

Las Rafflesia son un género de fanerógamas de extraordinario tamaño y belleza, dignas de poblar el paraíso postadvenimiento o el mundo ideal de la nueva era. ¿Como se imaginan que debe oler una flor tan bonita? Pues, lamentablemente, esta venus vegetal huele a carne podrida, algo sumamente atractivo para los millares de moscas a las que atrae, pero totalmente repulsivo para nosotros y nada indicado para un jardín del edén.

Y es que, lamentablemente, muchas veces las cosas no son lo que parecen. Las Rafflesia huelen fatal, la mitad de los frutos del bosque son venenosos, los gatitos siameses devoran a las crías indefensas de otros machos, las orcas acosan y matan ballenatos para comerse únicamente su lengua y los más bellos corales producen una urticaria de órdago.

Se preguntaba Darwin en 1856 ¿Qué libro escribiría un capellán del diablo sobre el trabajo torpe, derrochador, primitivo y horriblemente cruel de la naturaleza?. Y aunque pueda parecernos exagerado y contenga conceptos humanos inaplicables a un ecosistema, la frase del naturalista inglés se aproxima más a la realidad que las románticas concepciones expresadas más arriba.

No somos organismos perfectamente diseñados y extraidos de un paraíso natural. Por el contrario, somos un cúmulo de chapuzas progresivas desarrolladas a lo largo de nuestra historia evolutiva en un medio adverso. No somos fruto de un divino artífice, sino de una magnífica chapucera.

En la serie de artículos que inicia esta entrada, vamos a ir ofreciendo ejemplos de estas chapuzas evolutivas, examinando desde órganos inútiles y costosos hasta la forma de fabricar un sistema de la manera menos eficiente posible. Esperamos que sea de vuestro interés.

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Entradas relacionadas:

  1. Darío
    22 julio, 2010 a las 2:31

    Ya se verá a los necios de siempre lo que escribirán :mrgreen: :mrgreen:

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  2. KC
    22 julio, 2010 a las 3:03

    JM, esta serie de capítulos ¡debería haber sido escrita ya hace tiempo! Es hora de pasar del canal Disney al Discovery Channel. Por cierto, los últimos 3 documentales de La 2, sencillamente acojonantes… si alguien sabe como conseguirlos se lo recomendaría muy mucho. Algunas adaptaciones son increíbles… ¿alguien vio el tema de las hojas tóxicas y el barro desintoxicador? En el mundo Disney todo es perfecto, en la Naturaleza el prueba-error también existe.

    Espero estas entradas, que tienen muy buena pinta.

    Saludos.

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  3. 22 julio, 2010 a las 9:44

    Tirar mitos abajo es bonito.

    ¡Adelante! ¡Estamos deseando leer más! 😉

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  4. 22 julio, 2010 a las 12:32

    Me ha picado muchísimo la curiosidad. Tengo ganas de leer esas entradas, que con el calor insoportable de la meseta, por lo menos me entretengo mientras sobrevivo frente al ventilador…

    Saludos!

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  5. KC
    22 julio, 2010 a las 13:45

    Galleta, tengo al pobre ventilador prácticamente a turno completo. A este paso me denuncia por explotador. 😛

    Por cierto, muy al tema:

    http://www.20minutos.es/noticia/771784/0/gen/muerte/subita/

    Esto es un notición mucho más importante que una final, aunque probablemente pase desapercibida. Y eso que tiene que ver con España.

    Saludos.

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  6. AvA
    22 julio, 2010 a las 14:27

    KC :
    JM, esta serie de capítulos ¡debería haber sido escrita ya hace tiempo! Es hora de pasar del canal Disney al Discovery Channel. Por cierto, los últimos 3 documentales de La 2, sencillamente acojonantes… si alguien sabe como conseguirlos se lo recomendaría muy mucho. Algunas adaptaciones son increíbles… ¿alguien vio el tema de las hojas tóxicas y el barro desintoxicador? En el mundo Disney todo es perfecto, en la Naturaleza el prueba-error también existe.
    Espero estas entradas, que tienen muy buena pinta.
    Saludos.

    Pues mi sobrina ve ambos 😀 y tiene 2 años y medio.

    Adelante chicos, esperamos más de esta nueva sección 😉

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  7. lucien
    22 julio, 2010 a las 15:21

    Si algo nos ha enseñado D&D es que la naturaleza tiene alineamiento Neutral absoluto xD

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  8. KC
    22 julio, 2010 a las 16:25

    AvA :

    KC :
    JM, esta serie de capítulos ¡debería haber sido escrita ya hace tiempo! Es hora de pasar del canal Disney al Discovery Channel. Por cierto, los últimos 3 documentales de La 2, sencillamente acojonantes… si alguien sabe como conseguirlos se lo recomendaría muy mucho. Algunas adaptaciones son increíbles… ¿alguien vio el tema de las hojas tóxicas y el barro desintoxicador? En el mundo Disney todo es perfecto, en la Naturaleza el prueba-error también existe.
    Espero estas entradas, que tienen muy buena pinta.
    Saludos.

    Pues mi sobrina ve ambos y tiene 2 años y medio.
    Adelante chicos, esperamos más de esta nueva sección

    Es que no son incompatibles, AvA, aunque sí contradictorios, al menos en según qué cosas 😉

    Saludos.

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  9. 22 julio, 2010 a las 18:03

    Joer, KC, ¿que le ha pasado a tu avatar?

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  10. Rhay
    22 julio, 2010 a las 19:42

    Mi más sincera enhorabuena por esta nueva serie de artículos. Creo que me voy a hacer fans, así, en plural…

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  11. KC
    22 julio, 2010 a las 22:07

    J.M. Hernández :
    Joer, KC, ¿que le ha pasado a tu avatar?

    Me equivoqué en una letra del correo, porque escribía de otro sitio y no lo tenía grabado. El «Internés», que no perdona 😛

    Saludos.

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