Exorcismos en el siglo XXI ¡ahí es nada!
Han pasado los milenios, el conocimiento humano a través de la Ciencia ha alcanzado cotas casi inimaginables, arrinconando a las divinidades al casi impotente «Dios de los huecos». Y sin embargo, parece que el Demonio se resiste a desaparecer y sigue haciendo de las suyas.
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Ante un mismo conjunto de síntomas los profesionales médicos pueden diagnosticar o no a una persona como enfermo mental dependiendo de si el individuo en cuestión responde con un par de palabras «mágicas». Y aunque pueda parecer increíble, esto es posible ya que la psiquiatría tiene un gran problema irresoluto llamado religión.
Un psiquiatra medieval en pleno siglo XXI
En los últimos siglos el espectacular desarrollo de la medicina ha sido capaz de mejorar casi de manera increíble la calidad y la esperanza de vida de las personas (al menos de los privilegiados habitantes del mundo desarrollado) gracias al pensamiento racionalista y a la aplicación sistemática del método científico. Así, todas las disciplinas médicas han ido abandonado los viejos modos de pensamiento irracional basados en la superstición tanto religiosa como secular, y al concentrarse en una visión materialista de la anatomía, la fisiología y la patología han permitido identificar, clasificar, tratar, paliar y muchas veces curar gran parte de las casi infinitas dolencias que acompañan al ser humano a lo largo de su vida. ¿Todas? Pues aunque pueda parecer sorprendente parece ser que no ya que existe una especialidad médica que, al estilo de esos irreductibles galos de la famosa aldea de la Bretaña, intenta resistirse a los todopoderosos envites del malévolo Imperio Científico utilizando ¡agárrense porque no es broma! las terapéuticas armas que le proporciona la Santa Madre Iglesia, estamos hablando de la Psiquiatría.
El psiquiatra exorcista
Aunque parezca increible que en pleno siglo XXI, y en el supuestamente avanzado mundo occidental, se mantengan prácticas chamánicas heredadas de nuestro más remoto e ignorante pasado, lo que sobrepasa ya todos los límites es que dichos sortilegios de magia blanca medieval intenten adquirir respetabilidad científica por la perversa colaboración de algunos profesionales médicos, que abandonando cualquier atisbo de ética profesional, se rinden sin reserva alguna al fanatismo religioso más irracional.
La psiquiatría debe romper las cadenas de la religión
El Ministerio de Sanidad español y los exorcismos
Después de la asombrosa y reciente decisión del arzobispado de Madrid de formar con urgencia un grupo de exorcistas para atender
«la avalancha de peticiones y de casos en los que existiría una influencia demoniaca»
en la ciudad de Madrid, he intentado recabar la opinión oficial del Ministerio de Sanidad español sobre las implicaciones sanitarias, éticas y legales de esta absurda y supersticiosa intromisión en la práctica clínica por parte de estos viejos chamanes del siglo XXI.
Brujería, posesiones demoniacas y exorcismos en el siglo XXI
Históricamente el comportamiento fuera de la norma imperante en cada sociedad ha sido el ejemplo por excelencia del predominio de la superstición frente a la racionalidad. Así a lo largo de los tiempos, innumerables personas han sido estigmatizadas, excluidas, perseguidas y muchas veces asesinadas por una ignorante mezcla de enfermizo miedo y fanatismo religioso simplemente por padecer algún desequilibrio psíquico, por demostrar alguna rareza o incluso por sobresalir en sus aptitudes intelectuales.
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