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Ébola: un ejemplo de los peligros del desconocimiento científico


ciencia basica aplicabilidadLa primera, cuando no única, idea que aparece cuando se habla de ciencia es la de unos extraños individuos, básicamente asociales e incluso un poco prepotentes, que vestidos con batas blancas se dedican a oscuros menesteres mediante el uso de complejos y costosísimos aparatos que parecen sacados de una novela de ciencia ficción. Trabajos éstos que en el mejor de los casos resultan incompresibles para la mayoría de la población, y que vistos superficialmente y fuera de contexto parecen no tener importancia ni relevancia alguna para la vida del ciudadano corriente y que por tanto, pueden ser ignorados impune (cuando no ofensivamente) en el mejor de los casos y que únicamente son tolerados siempre y cuando no molesten en demasía y sobre todo, no impliquen un gasto excesivo de dinero. Pero en este mundo complejo y globalizado, este desinterés (cuando no directamente desprecio) hacia el conocimiento científico tiene al final un muy alto costo tanto en dinero como en vidas, como ha puesto en evidencia la reciente epidemia de Ébola.

Porque analizando racionalmente el problema del Ébola, que está asolando el África Occidental y que amenaza con extenderse a medio mundo (incluidos los hasta ahora protegidos países occidentales), esta epidemia no debería haberse producido nunca si el conocimiento científico y sus implicaciones hubieran calado en esta sociedad globalizada. Pero claro, es siempre mucho más fácil olvidarse de la ciencia salvo para disponer de sus increíbles avances de manera inconexa, sin planificación alguna y sin tener en cuenta las consecuencias de adonde nos lleva el desarrollo acelerado en el que actualmente vivimos, que pararse a analizar y aún más a diseñar una sociedad que, por su propia supervivencia, se articule bajo las directrices del conjunto del conocimiento científico presente y pasado.

Y ya centrando el tema de la entrada ¿es tan peligroso el virus Ébola como para encontrarnos en esta dramática situación actual? Este virus es una zoonosis que se transmite entre humanos a través de los fluidos (sangre, sudor, orina,…) de los pacientes infectados que se encuentran en fases muy avanzadas de la enfermedad o que ya han muerto por la misma. Aunque tiene una alta tasa de mortalidad sin embargo, por su particular forma de transmisión, presenta una muy baja capacidad de contagio o número básico de reproducción, R0.

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Y además este virus no es un nuevo patógeno recién descubierto, sino que ya es un viejo conocido para epidemiólogos, virólogos y demás científicos puesto que desde su aparición en el ya lejano 1976, a lo largo de los años se han sucedido múltiples brotes epidémicos en diversas naciones africanas con un mismo patrón recurrente: contagio en remotas aldeas africanas por consumo de animales salvajes infectados, que debido a los condicionantes socio-culturales locales (compartir comida del mismo cuenco, ritos funerarios, etc.) generaban varias docenas o centenas de afectados, pero que gracias al natural aislamiento de los focos infecciosos y a la letalidad de la enfermedad en sí misma se autoextinguían rápidamente por falta de nuevos portadores que pudieran ser infectados.

Y ¿qué ha cambiado progresivamente a lo largo de estas últimas décadas para haber llegado a la actual situación de práctico colapso sanitario en varios países africanos y un peligro real de pandemia global? Pues que hemos seguido actuando de espaldas al conocimiento científico y al desarrollo tecnológico, no ya actual sino incluso aquel sólidamente establecido hace ya más de un siglo y como dice el viejo refrán castellano «tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe».

Porque desde el ya lejanísimo descubrimiento de la vida microscópica por parte de Anton van Leeuwenhoek (ver nota 1) y el desarrollo a finales del siglo XIX de la Teoría Microbiana de la Enfermedad por parte de Louis Pasteur y Robert Koch (ver nota 2) deberíamos tener muy claro qué son y cómo se transmiten los patógenos. Y lo que no es de recibo es que a estas alturas del siglo XXI las personas se sigan infectando por el desconocimiento y acceso de las más mínimas normas de higiene, rechazadas bajo el siempre sacrosanto paraguas de la tradición y las creencias, por un virus que por otra parte es fácilmente controlable, por supuesto siempre que se tomen las medidas pertinentes, siempre y cuando determinados políticos no tomen decisiones absurdamente irracionales.

Además, sorprendentemente aún a día de hoy mismo nadie parece tener en cuenta, y las autoridades competentes tanto nacionales como internacionales mucho menos, que con la cada vez mayor facilidad de transporte, incluso en naciones del depauperado Tercer Mundo, junto con la presión demográfica que obliga a un número cada vez mayor de seres humanos a invadir lo que hasta ese momento eran territorios vírgenes, se está facilitando tanto el contacto con patógenos más o menos desconocidos como su rápida y efectiva transmisión a cualquier lugar del mundo en muy poco tiempo. Es decir, nos seguimos comportando de igual manera que en épocas no tan lejanas cuando los viajes eran largos, difíciles e implicaban a muy pocas personas, lo que en la práctica se convertía en un seguro sanitario frente a patógenos desconocidos, cuando sin embargo a día de hoy (gracias a RyanAir y similares) vivimos en la nueva situación representada en el siguiente diagrama.

red-mundial-aerea

De tal manera que desde el ámbito científico se está alertando sobre esta interconexión global, que sin ningún control o regulación, facilita enormemente la diseminación de pandemias tanto a través de personas como de mercancías. Así en el caso que nos ocupa, un reciente estudio indica que África Occidental va a «exportar» a través de sus aeropuertos entre 2 y 8 pacientes infectados al mes al resto del mundo. ¿Qué pasará cuando algunos de estos enfermos contagiosos llegue a otros de los muchos paises del mundo que presentan sistemas sanitarios con evidentes carencias? Pues será como jugar a la ruleta rusa, pero con miles o millones de personas a la vez.

Un ejemplo reciente de los nuevos desafíos sanitarios a los que nos enfrentamos ha sido la espectacular y rapidísima adaptación a países occidentales, como por ejemplo EEUU, del Virus del Nilo Occidental, un patógeno transmitido por mosquitos.

west nile virus spread USA

Fenómenos éstos que están siendo facilitados, e incluso acelerados por el aumento de la pobreza y de la desigualdad, situación que potencialmente puede desestabilizar a las supuestamente sólidas y ricas naciones occidentales. Y teniendo en cuenta que aunque en esta ocasión con el virus ébola hemos tenido mucha suerte por su limitada transmisibilidad, existen multitud de otros patógenos emergentes que son contagiosos por vía respiratoria como los coronavirus, que presentan un riesgo potencial infinitamente superior, tal y como comenté en una entrada anterior.

En resumen ¿estamos preparados como sociedad interconectada mundialmente para luchar de manera eficiente contra la diseminación de una nueva pandemia global sin haber tenido en cuenta nuestra cada vez mayor y abrumadora presencia en todos y cada uno de los rincones de este ya de por sí superpoblado planeta? ¿Es racional, y sobre todo seguro, seguir pensando y actuando como si siguiéramos siendo unas pocas y pequeñas bandas de cazadores-recolectores en un mundo supuestamente lleno de inagotables recursos? Quizás sea hora ya de cambiar de actitud y tomar decisiones racionales apoyadas en la única herramienta útil de la que disponemos: la ciencia.

Nota 1: Por cierto, Leeuwenhoek es el ejemplo evidente y demoledor para acallar permanentemente a todos esos cortoplacistas, que en esta sociedad hipertecnológica, plantean todavía de la manera más burdamente ignorante y sin ningún rubor la manida pregunta de ¿sirve para algo la ciencia básica? sin darse cuenta de que con este argumento únicamente están mostrando al mundo orgullosamente su analfabetismo, porque ¿qué pudo parecer más inútil en pleno siglo XVII que dedicar años de esfuerzos a fabricar microscopios cada vez más complejos, para acabar desvelando en un barril de agua pequeñas formas imperceptibles al ojo humano que por otra parte no le interesaban a nadie, salvo a otros pocos individuos con aficiones tan extrañas como las del genial holandés? Y sin embargo estos pioneros estudios microbiológicos permitieron adentrarnos en un fascinante e insospechado mundo, poniendo la primera piedra de todo el posterior conocimiento médico, un universo microscópico que además lleva modulando nuestra historia desde mucho antes que fuéramos primates bípedos. Porque la ciencia básica de hoy será la tecnología del mañana y es el plan de pensiones en el que invertimos para tener nosotros y nuestros hijos un futuro mejor. Y volviendo al caso de Leeuwenhoek sorprendentemente, y a diferencia de Galileo, el otro gran científico que nos abrió al inexplorado mundo de lo lejano, este genio ha pasado prácticamente desapercibido para la Historia, y por no tener reconocimiento no tiene ni un triste callejón con su nombre en prácticamente ninguna ciudad del mundo salvo en su Holanda natal. Ciudades que por cierto, al menos las españolas, se encuentran repletas de recordatorios a personajes varios, que no sólo no han aportado nada interesante a este mundo, sino que muchas veces incluso han sido decididamente perniciosos para la Humanidad.

Nota 2: Teoría que como todas las científicas posee el mayor grado de fiabilidad y certeza, pero que como no podía ser de otra manera está en permanente cuestionamiento por esa amalgama de defensores de la pseudo- y de la anti-ciencia como son los defensores de la medicinas holísticas, los negacionistas del SIDA y ya de paso del resto de los patógenos o los movimientos antivacunas. Porque desgraciadamente hay que repetir alto y claro una vez más: el buen rollismo neohippie del equilibrio místico con las fuerzas de la naturaleza no nos mantiene indemnes ante patógenos exquisitamente adaptados durante millones de años de evolución al objetivo de parasitarnos, con el resultado final de hacernos enfermar y en muchos casos matarnos de mil maneras diferentes.

 

P.D.

La situación en África sigue siendo dramática y MSF necesita ayuda urgente para seguir luchando contra la epidemia.

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  1. homeopatutia
    18 noviembre, 2014 a las 9:02

    Más que el buenrollismo hippie que son cuatro gatos sin apenas poder salvo alguna excepción contada, me preocupa el buenrollismo neoliberal en que la I+D en temas como este, más preocupado por el mercado (el del hombre blanco) que por los pacientes. Si África no tuviera secuestradas sus riquezas y el colonialismo que ha pasado de la invasión a la propiedad privada multinacional (injerencias para favorecer conflictos armados mediante) no siguiera campando a sus anchas, probablemente científicos africanos ya habrían acabado con la mayoría de pandemias cíclicas por tocarles directamente. Pero, ay, tocaríamos a tan poco coltán y uranio… Y esas percas del Nilo tan bien de precio. En fin, no creo que el problema más grande que tenemos ahora sea la homeopatía, con toda la grima que me pueda dar.

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  2. Santiago Merino
    18 noviembre, 2014 a las 9:34

    magnífico!!

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  3. CapitánSwing
    18 noviembre, 2014 a las 15:29

    A ello cabe sumar el derroche de los recursos que deberían destinarse a la cura de enfermedades mortíferas en todo tipo de chorradas. Algo que, por cierto, es culpa nuestra y de nuestros hábitos de consumo (el ébola es muy malo, pero yo lo que quiero es que me llegue mi nuevo modelo de móvil última generación puntualmente todos los años). A ver si no cómo se come que una enfermedad como el cáncer siga sin cura en un tiempo en que tenemos sondas robóticas pululando por asteroides en el quinto pino cósmico, cuando es evidente que cualquier patología se cura invirtiendo los recursos necesarios (al margen de la posibilidad de que la cura ya exista pero esté en el «limbo»). Por desgracia, lo de los anuncios es cierto: los mejores laboratorios del mundo están buscando la crema antiarrugas definitiva. La medicina estética, la electrónica del ocio alienante y sus semejantes son, para mí, pseudociencias de pleno derecho, y las más peligrosas con diferencia.

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  4. nestor
    18 noviembre, 2014 a las 18:31

    Buen artículo y siempre se llega a lo mismo, a cuantos les interesa leer la piedra descubierta en 1799? y dejar de mirar la caja boba instalada como un altar en el hogar.

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  5. 19 noviembre, 2014 a las 14:13

    A los negacionistas del VIH y antivacunas hay que sumar una nueva peste. Los que niegan la teoría microbiana de la enfermedad y sostienen que Pasteur se impuso por el interés de las «industrias farmacéuticas», y que la verdad está en el pleomorfismo de Bechamp.

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  6. 20 noviembre, 2014 a las 15:20

    Hombre, en África aparte de cultura científica les hacen falta además cultura. El problema es como luchar con sus creencias, o más bien como acoplarlas a la ciencia. Si hay hambre, es difícil hacerles entender que dejen de comer murciélagos o monos (potencialmente infectados). Si alguien se muere con Ébola, y ellos no lo saben, es difícil hacer que no sigan sus ritos. Es un tema supercomplejo en el que creo, nos olvidamos de escucharles a ellos muchas veces. Un saludo

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  7. 20 noviembre, 2014 a las 16:19

    Antoni

     

    Quizás África sea el mejor ejemplo de esta paradójica dicotomía entre pasado y futuro, ciencia y superstición. La gente se conecta a internet y tiene teléfono móvil mientras por otra parte acude al chamán del pueblo para que le arregle los problemas con el mal de ojo.

    africa ciencia y supersticion

    Y por tanto el ejemplo más evidente de los fallos del actual sistema.

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  8. 23 noviembre, 2014 a las 11:17

    Malí se encuentra en el punto crítico de saber si va a poder controlar el brote o convertirse junto con sus vecinos en otro país asolado por el ébola. http://www.eldiario.es/desalambre/MSF-Mali-suficientes-prevenir-aparicion_0_326868343.html

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  9. 25 noviembre, 2014 a las 20:38

    Al final pillaremos por un lado u otro. Siento ser pesimista pero es cuestión de tiempo. Hay que asumir que la base es precaria; no tanto que se conozca al dedillo, sino sólo que la mayoría de la gente (en nuestros países «desarrollados», en otros, ni plantearlo) pueda seguir mínimamente un debate de esta clase.
    Ciencia básica, ciencia aplicada… ¡Anda! ¡Pero si hay más de una! ¿Y cuando inventaron la otra?

    Respecto a lo que dices, homeopatutia, ¿tú crees que andan muy alejados unos de otros? Quizá no se tuvieran mucho aprecio al principio, pero tratándose de cosas útiles para controlar, las lealtades y los discursos no cuesta mucho adaptarlos.
    Yo no me acabo de creer tanto maguferío de unos años a esta parte sin un aporte de energía por parte de quien puede empujar con eficacia. Y no se trata de conspiranoia velada.
    En mi juventud, la mayoría de los negacionistas publicaban obras aparentemente inofensivas
    (recuerdo la revista Integral, que hasta parecía convincente fuera de la sección más «filosófica profunda»). Hoy no están en puestos prominentes, pero andan cerca.
    Y las ideas siguen siendo las mismas que propalaban entonces. Leer algo sobre el SIDA en sus comienzos no es muy distinto de lo que se lee ahora.

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  10. 25 noviembre, 2014 a las 20:39

    Por cierto, no sé por qué sale cada vez un avatar distinto. Soy arrancaboinas. Cosas de las cuquis esas.

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  11. 25 enero, 2015 a las 12:31

    Una nueva epidemia en Sierra Leona, esta vez de malaria con más de 3.000 muertos:

    http://www.eldiario.es/desalambre/epidemia-Sierra-Leona_0_348915942.html

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  12. 7 febrero, 2015 a las 17:13

    y claro que le echan la culpa (como siempre) a los que no tienen derecho(porque no se lo otroga) de defenderse de la acusacion de ser los precursores del contagio bola de infelices todo por dinero ….

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  13. Ruben
    15 agosto, 2015 a las 12:26

    A mi el évola me parece que es un poco como la gripe del cerdo del 76… Aquí no llegará nunca, y sin embargo, el débola si que está haciendo estragos.

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  14. 15 agosto, 2015 a las 13:08

    Ruben

    Desgraciadamente cada vez estamos más expuestos a la diseminación de pandemias por avión. El último caso en Corea: http://www.20minutos.es/noticia/2489651/0/coronavirus-mers/muertes-corea-sur/que-es-mers/

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  15. Ruben
    16 agosto, 2015 a las 0:45

    Si, si, se llevan mucho las diseminadas por avión. Aunque ya sabemos que habrá que ver. De lo que te pongan en «las noticias» a lo que suceda en realidad… a veces se parecen tanto como un huevo a una castaña. Por poner un ejemplo, aún hay gente que cree que el SIDA viene de África, de unos monos que se lo montaban con la gente de allí, debido a artículos de publicaciones como el New York Times donde se contaban (¿o se seguirán contando?) historias absolutamente racistas e impresentables. Y lo cierto es que el SIDA viene de una publicación oficial de los CDC, como tú bien sabrás, no lo dudo. De los mismos que con la necesidad de «controlar» pandemias en un tiempo de más o menos salud, les cae una de tamaño familiar. Y si no les cae, da igual, ya se la tiran ellos por encima, que no sería ni la primera, segunda, ni tercera vez. Y mucho me extrañaría que fuera la última, lamentablemente.

    Pero volviendo al artículo este tan bonito al que haces referencia, lo cierto es que puede ser peligroso, desde mi punto de vista. Lo digo porque si es cierto que la OMS lo dice (el enlace que ponen te lleva a la pájina de la OMS, pero no al sitio concreto . Un poco así como aquí), a mi me recuerda a cuando el gobierno de los EEUU declara que «algo» es una amenaza para su seguridad nacional; ya sabemos que se va a liar si o si, y que puede acabar salpicando al que menos lo espera.

    Tengamos en cuenta que hace muchos años que la OMS está financiada por empresas privadas en su mayor parte (el 77% en 2014, si no me falla la memoria), y está claro que en esta mierda de mundo que hacemos entre todos, quien paga, manda. Así se vendió en el 59 (si mi memoria de nuevo no me traiciona) al lobby de la energía atómica, como una putilla barata. Y es que este es un tema intocable, y ni salud, ni cáncer a saco, ni armas radioactivas, etc. etc. etc. ¿Alguien creerá de verdad que esa gente tiene intención de hacer honor a su nombre? Bueno, alguno habrá por ahí… Aunque ¿a quién puede importar todo esto? Todo es una cuestión de propaganda, de manejar a la «opinión pública» (creo que de eso nos va quedando poco ya), y lo importante es saber si se despertarán suficientes personas a tiempo para hacer algo o no.

    Yo te digo que va a ser que si.

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  16. Ruben
    16 agosto, 2015 a las 2:16

    Una aclaración; cuando he dicho débola, he dicho bien. Es un virus menos reciente que el «coronavirus» (¿Será el virus-tongo al que los otros le rinden pleitesía? Habrá que ver que opina Gallo que es el experto sincero), pero de consecuencias más perceptibles; te contagias y empiezas a darte cuenta de todo: debo la hipoteca, debo la letra del coche, debo la factura de la luz, gas, agua, y no tienes un clavo.

    Menos mal que ha dicho Fauci que ya tienen una vacuna y tratamientos preparados; te puedes quedar ciego, paralítico o morir, pero, ¿que se le va a hacer? Es lo que tienen los organismos oficiales poderosos dirigidos por declarados eugenistas, entre otras cosas.

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  17. 16 agosto, 2015 a las 9:39

    Ruben

    Estoy confuso con algunas de tus afirmaciones. No entiendo eso de que «el SIDA viene de una publicación oficial de los CDC».

    El SIDA es una enfermedad que se produce por la infección de los linfocitos T CD4 por parte del VIH. Y curiosamente en un reciente estudio se muestra como se fue diseminando por África a través de los medios de transporte de principios del siglo XX: el ferrocarril y las vías fluviales.

    http://www.sciencemag.org/content/346/6205/56

    Respecto a la diseminación del MERS por Corea además de las noticias (que no siempre están equivocadas) hay varios informes del CDC y de la OMS sobre el tema. Claro que visto lo que escribes estos organismos no tienen para ti ninguna credibilidad.

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  18. Ruben
    17 agosto, 2015 a las 10:33

    Pues no eres el único; viendo tu «alias» pensé que eras anti-dogmas, como yo. Hombre, al menos me has arrancado un par de risas, y eso no me lo esperaba, y siempre viene bien.

    ¿No se te ha ocurrido una publicación más manipuladora? Pero si estos fueron los que difundieron a los cuatro vientos las patrañas de Gallo «el gusano». Se le pilla con el carrito del helao, pero ellos siguen sin retractarse… Ni lo harán, lógicamente, por la cuenta que les trae.

    A lo mejor estás confuso de tanto hacerte el longui con la duda que expuse, sobre Stefan Lanka, que continúa sin ser contestada. Es decepcionante comprobar, que aquí no voy a solucionar duda alguna. A lo mejor si no tomaras a la gente por jilipollas, no estarías tan confuso, chaval. Fíjate que yo estoy al contrario, y ya me ha quedado claro cómo «servís» a la gente la información. Aquí no se me ha perdido nada. Que os divirtais.

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  19. 17 agosto, 2015 a las 11:37

    Ruben
    Tú no eres un antidogmas eres un conspiranoico que no es lo mismo. ¿Manipuladora la revista Science, que es quizás la mejor revista científica del mundo?
    Por cierto sigue riéndote en tu propia ignorancia, pero por favor no vengas aquí a soltar semejantes idioteces.

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  20. Ruben
    17 agosto, 2015 a las 11:55

    Si me das un enlace o algo que lleve a lo de Lanka, a la sentencia esa de la referencia, yo te explico porqué la revista Science es claramente tendenciosa. Como ya digo, si no eres capaz de enseñar eso, después de lo que pone en el post, te aseguro que no voy a perder más tiempo aquí; vosotros mismos dejais bien claro que os inventais las cosas, y no tengo tiempo para jueguecitos.

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  21. 17 agosto, 2015 a las 13:43

    Dos cosas te voy a decir. Te documentas primero donde quieras y si tienes que explicar algo (cosa que dudo mucho) lo haces y dejas de marear la perdiz. Y sobre todo abandona esta ignorante chulería acerca de las revistas científicas, porque con ello lo único que demuestras es que tu ignorancia supera a tu prepotencia.

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  22. 22 agosto, 2015 a las 20:56

    Ruben, me sorprende en grado extremo tus comentarios. Te explico la causa de mi sorpresa:

    1. Me sorprende que te dirijas a Ateo como si fuera el autor del artículo, pidiéndole información recogida en el mismo, sin fijarte que él no ha escrito el artículo sobre Lanka, y por tanto puede no disponer de dicha información (escribes “A lo mejor estás confuso de tanto hacerte el longui con la duda que expuse, sobre Stefan Lanka, que continúa sin ser contestada.”). Para alguien que parece conocer los tejemanejes de las grandes corporaciones, de las revistas científicas y de algunos investigadores me sorprende que se le escape un detalle como ese.

    2. Me sorprende que pidas esa información (escribes “Se da un número de referencia (referencia AD971205), pero he estado tratando de encontrar esa sentencia, y no 5 minutos, precisamente, pero no hay forma, y de los enlaces del post ninguno lleva a algún sitio relevante.”) cuando en los comentarios del propio artículo se da información (http://www.nytimes.com/1995/11/30/world/another-german-trial-for-hiv-tainted-blood.html) y donde comento lo que pasa con el enlace de la referencia AD971205 (“Chacueco, el enlace no está en inglés, sino en alemán. El que yo empleé cuando investigué el tema fue: http://amcat.org/news/ads/1997/AD971205.html Ahora no funciona, pero con el nombre del imputado, y la referencia de la sentencia (AD971205) podrás encontrar información en páginas legales y en medios de comunicación alemanes donde verás información sobre la sentencia (…)”). De hecho algún lector ha tardado muy poco en encontrar referencia sobre lo que buscabas: http://lacienciaysusdemonios.com/2014/10/10/la-ozonoterapia-por-via-rectal-cura-el-ebola-y-el-sida-la-hepatitis-la-diabetes/#comment-220196. Para alguien que parece conocer los tejemanejes de las grandes corporaciones, de las revistas científicas y de algunos investigadores me sorprende que se le escape un detalle como ese.

    3. Finalmente le dices a Ateo: “…ya me ha quedado claro cómo “servís” a la gente la información”. Bueno, a mí también me ha quedado claro tu mecanismo para obtener conclusiones. Para ayudarte a sacar alguna más te diré algo que quizás no hayas pillado de Lanka: esta persona pontifica y discute sobre virología como si fuera uno de los mayores expertos mundiales del tema. De hecho, hasta me he encontrado en la red que se habla de Lanka como un premio Nobel alemán. Simplemente por aclarar alguna cosa sobre esta persona: obtuvo un doctorado en microbiología (o un área afín) por haber aislado el virus de un alga. Durante ese período obtuvo tres publicaciones normalitas y ya está, algunos de los investigadores de mi laboratorio que están a punto de doctorarse tienen un registro de publicaciones y un impacto de su trabajo en el área mucho mayor que el que puede tener el de Lanka. Al acabar su doctorado su carrera investigadora desaparece, ni posdoctoral, ni líder de grupo, ni nada que aparezca en los registros científicos. Un virus de algas se parece tanto a un retrovirus como una hormiga a un tiburón. A pesar de ello ahí o tienes pontificando sobre todo tipo de virus, empezó negando la existencia del VIH y ahora niega que existan virus patógenos. Pero si en Lanka queda algo claro es “a quien sirve”, basta ver la pseudomedicina que promociona para ver que sirve a sus propios intereses. Para alguien que parece conocer los tejemanejes de las grandes corporaciones, de las revistas científicas y de algunos investigadores me sorprende que se le escape un detalle como ese.

    4. Esto para el público en general. Según la Wikipedia (edición alemana) Lanka ofreció 100.000 euros a quien le demostrara la existencia del virus del sarampión, así como su tamaño. El doctor David Barden envió la información científica que le pedía y Lanka no la aceptó y se negó a pagar. Barden lo demandó y un tribunal a obligado a Lanka a pagar dicha cantidad (https://de.wikipedia.org/wiki/Stefan_Lanka y http://magonia.com/2015/03/17/virus-sarampion-stefan-lanka/). La sentencia ha sido recurrida, pero parece que Lanka le gusta más pisar los juzgados que los laboratorios de virología.

    Saludos.

    PD: Repito el comentario en dos artículos para contestar la pregunta efectuada en dos post diferentes.

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